Guiada 03/08/25

Todo empezó con un mensaje el jueves pasado: «Hola Facu, parece que el domingo aclara, podrás ir a la buitrera?». Obviamente la respuesta fue SI.

Una vez arreglados los detalles de horarios, lugares, qué llevar, como iba a presentarse la salida, etc. Era cuestión de esperar el día.

Ayer sábado, en el pronóstico apareció una nevada matutina, ¿será? y ¡fue nomas!. Me desperté temprano para armar la mochila y demás cuestiones mientras afuera, no solo estaba todo de blanco, sino que aún nevaba.

9hs era el momento de salir, y ahí fuimos, despacio, con precaución por la nieve y el hielo.

Camino al aeropuerto nos cruzamos con este accidente:

Es que el hielo no perdona, ni las 4×4 se salvan… (ver salida anterior)

Continuamos por un paisaje vestido de blanco, inmaculado, mientras se asomaba el Sol.

Llegamos a la estancia y nos recibió Nico con unos ricos mates y unas torta fritas hechas por Marta.
Sin apuro conversamos un buen rato, hasta que fue momento de comenzar a caminar y él sus quehaceres del campo.

Y fue un día redondo, donde todo lo previsto sucedió. Nos acompañaron algunos de los perros del lugar, pero ellos ya están entrenados para no molestar. Son super compañeros y no ladran frente a la presencia de cóndores.

Alrededor de la 1 llegamos al «mirador». Desde donde se observan todos los paredones y… ni 1 solo cóndor.

Tomamos algo calentito, comimos unas barritas de cereal y continuamos, hacia arriba.

Hasta las 15hs no suele haber movimiento, así que estábamos mas que bien con los horarios.

Fue tan perfecto todo, que:
* En ningún momento nos cansamos ni nos quedamos sin aire, pese a caminar con nieve, en terrenos empinados y con mochilas.
* Cuando estábamos llegando a los dormideros, apareció el primer cóndor del día.

Subimos, nos acomodamos, y nos dispusimos a almorzar cuando, alrededor de las 15hs comenzó la magia. Una leve brisa del oeste, una temperatura muy agradable (aunque estábamos bien abrigados) y apenas unas nubes en el horizonte.

Primero una hembrita juvenil, con apenas su bufandita pasando a blanco.

Después se empezaron a sumar. Hubo momentos donde llegué a contar 11 volándonos alrededor. Por abajo, a la misma altura, más arriba, por delante y por detrás. Con curiosidad, jugando entre ellos, disfrutando el poquísimo viento que había. ¿y los perros? unos genios, porque se acomodaron cerca nuestro y se durmieron una siesta en silencio.

Vimos juveniles, sub-adultos, machos, hembras. Algunos con el buche lleno. Escuchamos esa melodía que realiza el viento al atravesar sus enormes plumas.
Los vimos girar, divertirse con el viento de frente (para lo cual extienden las patas en búsqueda de mayor equilibrio), perseguirse.

Volaron las Águilas, el Halcón Peregrino hizo una aparición fugaz atacando un cóndor, un Yal Plomizo voló y cantó cerca nuestro.

Y como nada podía salir mal, la tapa del termo, decidió seguir los pasos de mi celular hace 1 mes, lanzándose al vacío…

Señal de guardar las cosas y retirarnos a visitar la base de los paredones (y buscar la tapa).

¿Encontré la tapa? si
¿Vimos a los cóndores cobijados y listos para descansar en sus dormideros? también

De ahí fue volver al camino, linterna en mano y una sonrisa imborrable en la cara.

La oscuridad nos ganó y no llegamos a hacer un conteo definitivo de cuántos cóndores pasaron la noche hoy, pero estimo que alrededor de 30 (antes de bajar, el conteo, de uno solo de los paredones me había dado 17, pero después siguieron llegando y en los otros también había ejemplares).

Nos alcanzó la noche, vimos las estrellas y nos deslizamos con la greda en los zapatos.

Hora de despedirnos del campo junto a Nico. Creo firmemente que decir «día soñado» sería erróneo.
No hay sueño, no hay relato, no hay foto, no hay video que te transporte a la sensación única que te produce estar rodeado por estos gigantes del aire en una paz total.

Simplemente: GRACIAS

Un comentario en «Guiada 03/08/25»

  1. Cristina dice:

    Me.encantaria prenderme en alguna salida.!!!!

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