Salida 02/05/25
Con la firme intención de hacer fotos de Cóndores con fondos otoñales, me dirigí a la Buitrera. Cada año es más difícil acertar a la mejor fecha por los grandes cambios climáticos… hay años que explota de color a principios de mayo, otros a principios de junio, otros donde por las sequías, no llegan a colorearse…
En la ruta del aeropuerto me crucé con este Gaucho Grande, bastante esquivos para las fotos, pero al menos me queda de registro.

Ya en la estancia, se hizo presente el siempre amigo Gaucho Serrano, esta vez con un Bicho come papa (Cylindroryctes spegazzinii).

Las bandadas de Cachañas, superaban los 100 ejemplares e iban volando de un lado al otro produciendo un ruido ensordecedor.

Y cuando se quedaban quietas, daban paso a escenas sumamente tiernas de parejas.

Ese día también divisé al Chinchillón, que en otros lugares suelen ser super amigables, pero acá son muy esquivos.

Entre idas y vueltas, (día sumamente frío), las fotos tuvieron que mutar de lo pensado y adaptarme a lo que vivía ese día, acá algunos de los resultados:



Lo de este macho adulto, merece un párrafo aparte: Estando tranquilo en su espacio, de repente se coloreó todo el cuello (el cuál cambia de color por estado de ánimo), y empezó a observar al cielo con mucha atención. Allí volaba tanto una hembra adulta como un macho. Rojo furia se lanzó a volar. No se si para pelear al macho o para ir detrás de la hembra (ya que rodearon el paredón y desaparecieron). Pero fue muy interesante observar paso a paso como cambió el color y toda su actitud frente a los otros individuos.


Finalmente una nube de llovizna llegó al lugar, acompañada de muchísimos cóndores que buscaban refugio, y si bien la experiencia es alucinante, se terminó el momento de hacer fotos, ya que la cámara no logra hacer foco y la luz no permite exposiciones correctas.
Momento de disfrutar, abrigarse al máximo y emprender la retirada a casa.
