Salida 12/04/25
Esta vez el objetivo era múltiple: paisajes otoñales, buscar la posibilidad de fotografiar algo de alta montaña y encontrar carpinteros.
El otoño venía «viento en popa», con las lengas mas bajas verdes pero con el achaparrado ya en un rojo furioso.

Y esa mezcla de colores le daba un ambiente muy especial.

Arriba había muchísimo viento y eso hacía que estuviese bastante frío, así que el objetivo de alta montaña, quedó descartado. De vuelta al bosque y ahora a buscar los carpinteros.
Pero antes de ellos, me crucé con este ejemplar: «ratón topo pardo», geoxus sp. Hubo varias cosas que me llamaron la atención:
1 – estos ratones se llaman topo justamente porque viven bajo tierra, y este ejemplar estaba a plena vista.
2 – no le encontré rastros de ataque de rapaz, ni sangre.
3 – estaba aún blando (lo toqué con un palito para evitar cualquier tema de enfermedades).
4 – estaba entero (las rapaces suelen comer o al menos empezar comiendo la cabeza.
5 – lo más extraño aún, es que unos 100 metros más adelante me crucé con otro ejemplar de la misma especie.


Sinceramente no tengo ni idea que sucedió…
Luego de esto, continué con mi búsqueda de los Carpinteros… silencioso estaba el bosque y sin rastros de ellos… conozco su territorio pero con eso no alcanza, a veces es más cuestión de suerte.
Volviendo decidí tomar otro camino, a ver si andaban por allí… y ahora si los encontré.
Macho y hembra (evidentemente su pichón de la temporada no sobrevivió).

Él me permitió varias lindas tomas cerca y hasta con fondos otoñales… ella, fiel a su estilo, alta y enramada.

Nos acompañamos mutuamente un rato y nos despedimos en silencio, ellos haciendo sus actividades y yo volviendo a casa con el objetivo cumplido.
