Salida 13/01/23

En pleno verano es prácticamente imposible ver Cóndores en la estepa, se dispersan a lo largo de toda la Patagonia y suelen dormir en la cordillera. Además su día comienza muy temprano y suelen volar muy alto aprovechando las térmicas ascendentes.
Por eso, ese día en la Buitrera, le propuse a Nico ir a buscar una familia de Tucúqueres con un dato aproximado que tenía… y fuimos nomás.
Una vez que llegamos al punto, era todo un desafío encontrarlos. De día se quedan muy quietos, no vocalizan y su plumaje los camufla muy bien con el entorno.
En un momento me entretuve fotografiando un nido de Golondrina Patagónica.

Y mientras Nico buscaba ladera abajo, y yo intentaba fotografiar la golondrina llegando o saliendo del nido (me fue imposible), sentí una mirada a mi derecha… entre las hojas de una gran lenga…

Y finalmente los encontramos. Lo llamé ya que nunca había visto uno, y su emoción fue total.
Siempre la primera vez de una especie tiene un sabor especial y si encima sabes que viven en tu casa, más aún.

Los observamos un buen rato, en paz ellos, en paz nosotros. Creímos encontrarles el nido, un ramerío en lo alto de otra lenga, pero no pudimos confirmarlo.

De yapa y no muy lejos, también encontramos un nido de Cachañas

Estuvimos hasta la tardecita y nos fuimos. Alegría inmensa por ambos hallazgos y a ver si algún día encontramos el nido de los Tucúquere y sus pichones.

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