Salida 26/01/25
Visita a la Buitrera y paseo junto con Fede, que decidimos ir a investigar unos roqueríos al fondo del campo que nos trajo más de una sorpresa. Día de mucho calor, mucha caminata.
Nuestro primer descubrimiento resultó ser un nido de abejas dentro de una lenga.
Son abejas europeas, no las nativas (una pena, el hallazgo hubiese sido infinitamente más importante.

Luego nos cruzamos con un ciervo a la distancia, no es la mejor foto, no es un descubrimiento, pero vale la foto también.

Llegamos a los roqueríos, cansados, con hambre y sed. Pero la naturaleza no nos iba a permitir descansar, había mucho por ver!

Este Comesebo Andino había cazado una polilla, a pesar de tener pico de semillero, también se alimenta de insectos.
El acercamiento a otra zona, permitió descubrir el nido de una Lechuza de Campanario. Aunque no la vimos a ella, el suelo estaba lleno de egagrópilas, huesos (sobre todo de tuco tuco), y algunas plumas.

Y así, como una cosa que te lleva a otra y no te permite un segundo para tomar un mate, apareció una rapaz por ahí abajo, que estaba dele vocalizar, así que ahí fuimos, a intentar descubrir de quién se trataba.

Cuando nos alejamos y dijimos: ahora si vamos a tomar mates, volvió a aparecer algo nuevo:
Ubicada en un Coirón, me llamó la atención una estructura vertical. Me acerqué y comencé a investigar. Colgada en el medio, mediante telarañas que salían en todas direcciones, conformada por algunos insectos, hojas y pastos. Allí adelante había una tela de araña y esta pequeñita esperando que caiga cualquier insecto.
Si alguno tocaba la red, ella iba inmediatamente. Si sentía peligro, se metía en su guarida.
Las fotos y la estructura de su casa / escondite, me permitieron averiguar posteriormente los datos que te cuento a continuación:
Se la conoce como «Araña tejedora laberíntica» (Metepeira labyrinthea).
Los machos utilizan el refugio hasta que alcanza la madurez (luego deja de construirlo).
Vive desde Argentina hasta Estados Unidos.

Ahora si unos mates!!!, descansar, reírnos de la situación, sonrisas de disfrute también. Cuanto que hay por aprender!
Pero ese no iba a ser el final del día, noooooo.
A la vuelta sucedió lo siguiente (y lo dejo tal cual lo escribí en su momento en la publicación de Instagram:
¿Casualidad?, ¿suerte?, ¿sensibilidad? nos pasó algo muy loco: una huella fresca de ciervo nos hizo detener la caminata, a unos 15 metros salió de entre los ñires, corriendo un macho adulto, eso hizo que frenáramos un segundo, lo que permitió centrar la atención en una muy llamativa polilla de color rojo furioso, que fue volando hacia una rama… donde había 2 más posadas y que, al observar en detalle, tenían huevos.

Chlanidophora patagiata es el nombre de esta especie de polilla nocturna. Como toda polilla posee varios estados: huevo, larva, pupa y adulto. Es nativa y se alimenta de plantas (presumiblemente nativas, pero hay poca información).


Después de todo esto, volvimos al refugio. El cielo estaba teñido por los grandes incendios que asolan la patagonia: Brazo Tristeza, Lago Steffen, Bolsón…
Cena entre amigos (se sumó Nico), y a dormir porque mañana hay que madrugar para hacer fotos nocturnas…
Que decir que ninguno tenía trípode ni forma de acomodar correctamente la cámara jajajaja, pero bueno, nos la arreglamos. Las fotos, de última eran lo de menos. Caminar con ese cielo estrellado no tiene precio.


Una vez que amaneció nos volvimos al refugio a dormir un rato más…
