Salida 31-08-25

Después de casi 1 mes sin salir, hoy tenía la oportunidad. Tengo que decir que me costó bastante, estaba indeciso sobre el lugar a visitar, y a veces la fiaca te puede y preferís quedarte. Frente a esto, decidí obligarme a hacerme una vianda, cargar la mochila y salir de casa.

Mi idea era visitar el bosque, dejar de lado un rato los cóndores, e intentar fotografiar carpinteros (y todo lo que se cruce también)

Pero no solo eso, también quería estar solo con ellos, y eso empieza a acotar opciones. Con la idea en mente, allá fui.

Los carpinteros son territoriales, y sus territorios se estiman en unas 100 hectáreas. Encontrar un bicho de 45 cm en una cuadrícula de 10 cuadras x 10 cuadras no es sencillo. Crucé 3 territorios sin ver ni oír nada, hasta que finalmente se me dio. En uno de los límites, minutos antes del mediodía los encontré.

2 machos y 2 hembras. Mucha vocalización, y unas cuantas persecuciones entre los machos. Lo primero que pensé fue justamente que estaban peleando en el límite del territorio 2 familias distintas, pero con el paso del tiempo, cambié de parecer.

Durante el día recorrieron prácticamente la totalidad del territorio buscando alimento. Las larvas xilófagas es su principal comida. Uno de los machos era acosado por el otro, y sobre todo por una de las hembras.
Las hembras se mantenían bastante juntas.

Los carpinteros crían de a 1 pichón por vez. Una vez que tienen edad para independizarse (alrededor del año), crían otro. Al hijo de la temporada pasada lo pueden tolerar un año más en su territorio, pero manteniendo distancia del nuevo hijo.

Justamente eso fue lo que vi hoy: Un papá y una mamá que intentaban echar a su hijo anterior (tiene que independizarse buscando su propio territorio), a la vez que cuidaban a su hija.

La verdad fue un día espectacular. Muchísimas interacciones, muchas vocalizaciones, y una cercanía conmigo que me emocionó. Verlos tan cerca haciendo sus quehaceres naturalmente es algo inexplicable en palabras. Es muy fuerte decir: «si, están vivos».

Estuve junto a ellos hasta las 16hs aproximadamente cuando los 4 decidieron dar un vuelo largo a lo ancho de su territorio y yo entendí que era momento de volverme a mi casa.

Otro día más que agradezco vivir acá y hacer las cosas que hago.