Salida 5/10/25

Tras un sábado de descanso y estudio en casa, el domingo fue momento de salir a disfrutar de la naturaleza y conocer más del mundo. El objetivo: por un lado, cruzarnos con familias de Carpinteros y ver si están preparando los nidos de esta temporada y por el otro buscar a los Tucúquere y aprender algo más sobre ellos.

Justo este Domingo 5 se celebra el Día Nacional del Ave en Argentina.

El 22 de marzo de 1928, el diario La Razón publicó una encuesta dirigida a los niños preguntando cuál era el ave que representaba a nuestro país. Se adjuntó un cupón, que se publicó en todas las ediciones, para que los chicos completaran. La pregunta era única, sencilla y concreta: ¿cuál era la especie elegida?
Los chicos debían completar nombre, localidad donde vivían y escuela a la que asistían. ¿Las condiciones? Solo un cupón por chico y no se aceptaban como candidatos a las aves de corral. Podían participar varios por familia pero siempre un cupón por niño. Lo curioso fue que, aunque no era parte de los requisitos, muchos de los participantes prefirieron fundamentar su voto.
El primer cupón que llegó a la redacción fue el de Miguel Fulco, un estudiante de la escuela República del Paraguay, ubicada en la Capital Federal. Fulco le dio su voto al cóndor.
Nadie imaginó que la encuesta iba a tener tan amplia repercusión. La Razón recibió cuarenta mil cupones con votos y, luego del escrutinio, los resultados se publicaron en la edición del 25 de junio de 1928.
En el tercer lugar del podio, con 4.002 votos, se ubicó el tero. Entre las principales razones que se esgrimieron se hizo hincapié en su conocida cualidad de “ave cuidadora de su prole”. El cóndor también se sumó al podio: fue la segunda ave más votada con un total de 5.803 votos. Varios de los argumentos relacionaron al ave de las alturas con la gesta sanmartiniana del cruce de los Andes.
En primer lugar, con 10.725 votos, casi el doble que el cóndor, quedó el hornero. Y por ese motivo fue elegido el ave nacional. Entre las principales razones que argumentaron los chicos figuraban: que es una especie que se encuentra bien diseminada en todo el país, que vive tanto en el campo como en las urbes, que su nido es sinónimo de tesón –muchos chicos asociaron al hornero con el trabajo–, que no emigra ni viaja y que mantiene una pareja estable toda la vida.
El ñandú obtuvo el cuarto puesto y fue seguido por el chajá, el chingolo, la paloma, el águila, la calandria, la gaviota, el zorzal, el jilguero, el churrinche, el boyero y el loro, en ese orden. La lista continuaba con muchas aves más, pero que recibieron pocos votos.
Tal como se había anunciado, el diario sorteó entre los participantes juguetes y juegos, como ludos, patines, bolos, dominós o maquinitas de coser. Finalizada la encuesta, se comunicó el resultado a la Asociación Ornitológica del Plata. Curiosamente, la revista oficial de esa entidad se llamaba “El hornero”.
Por lo tanto, desde 1928 tenemos ave nacional. Los escolares de aquel tiempo fueron los que decidieron la simpática contienda.

Y ahí fuimos con Fede, con esta filosofía de: «lo que pase va a estar espectacular». Y NUNCA falla.

El día amaneció lindo, pero en cuanto iba por la ruta, el cielo se mostró amenazante, muchas nubes oscuras… el pronóstico daba algo de viento por la tarde pero nada más…

Pareja de Cauquén Común (¿podes distinguir a ambos individuos?)

A la altura del aeropuerto siempre aparece una pareja de Cauquén Común (Chloephaga picta). Esta vez me detuve a hacer una foto para poder mostrar la diferencia de colores entre machos y hembras y sobre todo para explicar el por que esta diferencia.

En las aves, es el macho quien tiene que conquistar a la hembra. Esto incluye, no solo demostrar la capacidad de proveer alimento y seguridad, sino también buena salud. Esto último se transmite mediante cortejos y despliegue del plumaje limpio y sano. Por otro lado, tanto hembras como pichones tienden a ser de colores que les permitan camuflarse con el ambiente para pasar desapercibidos y tener mas chances de sobrevivir ante el ataque de un depredador (acá lo importante es la supervivencia de la especie). Aclaro por las dudas, que no todas las especies muestran marcadas diferencias entre machos y hembras, sobre todo a nivel coloración.

Habiendo dicho eso, el macho es muy fácil de identificar en la foto. ¿Pudiste ver a la hembra?.

Llegamos al campo y las nubes siguieron avanzando, amenazantes… ¿lluvia?, no… ¡nieve! Si, resulta que un 5 de octubre, después de meses super secos, trajo (algo), de nieve…

Y así comenzó nuestra caminata, entre estepa y un añejo bosque de Lengas, encontrando astas de Ciervo Colorado por todos lados, confundidos entre las ramas caídas.

Algunas de las astas encontradas. Acordate que el Ciervo Colorado (Cervus elaphus), pierde sus astas todos los años al comenzar el otoño, y les vuelven a crecer al año siguiente.

Cada tanto también veíamos el desastre que dejan los chanchos salvajes, especie introducida en el país hace ya muchos años y muy dañina.

Caza Control: La medida, impulsada por el Ministerio de Desarrollo Agrario, obedece al crecimiento de esta especie exótica invasora que fue incluida entre las 100 más dañinas del mundo por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Esto motivó múltiples reclamos del sector agropecuario por los perjuicios que genera en los campos.
“Los impactos negativos de esta especie están asociados a las alteraciones que provocan en los suelos, la vegetación y la fauna, incluyendo daños a los cultivos, la cría de animales y la transmisión de enfermedades, incluso zoonóticas”, especifica la disposición.
Según un informe de 2022 del exMinisterio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y la FAO, esta especie causa pérdidas económicas anuales de 1380 millones de dólares en la Argentina.

Nota original

El bosque dañado por los jabalíes

Objetivo 1: Carpinteros… Nada che, esta vez no hubo suerte. Cruzamos Cachudito Pico Negro, Ratona, Cachañas, Rayadito, Picolezna, pero Carpintero nada… aunque debe quedar asentado que los escuchamos vocalizar y luego un par de picotazos, nos fue imposible dar con ellos.

Misodendrum sobre Lenga

Cruzamos también unos hongos:

Tamaño real con respecto al tronco
Foto macro con el celular

Se trata del Sctutellinia scutellata, muy pequeño, degradador de sustratos muy descompuestos.

También vimos Llao Llao fructificados y Panaeolus semiovatus, los cuales crecen sobre excrementos (en este caso de vacas), a los cuales degradan.

Ingresamos al territorio de los Tucúquere, atentos a todo aquello que nos crucemos y que sea de interés…

El Diucón (Pyrope pyrope), famoso por su ojo rojo y su vocalización similar al sonido de una gota de agua

La pareja de Cachaña nuevamente firme en su futuro nido. Esta vez se notó que estuvieron trabajando en él (la pauta la da la falta de corteza en el borde del nido, llamado «labio»).

Continuamos caminando, mirando, escuchando, sintiendo, hasta que una presencia a contraluz (muy pequeña por cierto), llamó nuestra atención. Se trata del búho más pequeño de la región. Si, fuimos en búsqueda del más grande y apareció el más pequeñito.

Caburé Grande (Glaucidium nana)

Inmóvil, atento, ahí se quedó todo el rato, no solo que lo observamos, sino que fuimos y vinimos por ese sector del bosque. Hacía años que no veía uno… claro, miden unos 20cm, pero cuando se posan asi, son pomponcitos en las ramas.

¿Y los Tucúquere? porque es su territorio… tienen que estar por algún lado y no los estamos viendo…

Y si, estaba la pareja. Nuevamente muy activa (aún no entendemos el motivo). Y otra vez nos pasearon prácticamente en círculo, retornando siempre al mismo punto.

Tucúquere (Bubo magellanicus)
La pareja

Luego de un rato largo de recorrer el lugar, cambiamos de sector del bosque. Al pasar por un mallín nos cruzamos con una hermosa bandada de Cabecitanegra Austral (Spinus barbatus), algunos chingolos e incluso Torcacitas.

Parte de la bandada de Cabecitanegra Austral (24 en la foto)
Estrellita de Campo (Tristagma patagonicum)

Etimológicamente la palabra Tristagma es el resultado de la combinación de los términos griegos “tri” y “stagma” que hacen referencia a las tres gotas de néctar que exuda el ovario de la flor. El epíteto patagonicum hace referencia a su distribución geográfica.

Muy florecida en esta época, es la primera flor que vimos en el campo

Con la tarde acercándose, y la temperatura bajando, fuimos a tomarnos unos mates y decidimos ir a ver a los Cóndores. Durante el día y con el clima feo, en los dormideros habían al menos 10, finalmente terminaríamos contando mas de 20. Nos pusimos a reparo del viento, aunque el frío llegó a helarnos las extremidades en particular los dedos. Los cóndores se acobachaban y salían a volar sin un motivo aparente (al menos para nosotros). Nunca dejamos de sorprendernos de lo imponentes que son.

Algunos de los huecos tienen la forma exacta de un Cóndor
Un macho subadulto llega para posarse en los dormideros
La Luna acompañó los últimos vuelos

Y así finalizó nuestro domingo, empachados de aves en su día, con muchos ejemplares y especies espectaculares. Al final, siempre hay algo para aprender y disfrutar. Y como siempre, no solo agradecidos de la oportunidad, sino con ganas de volver a salir a disfrutar todo.

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